Comprender la factura eléctrica C&I
Para entender el valor del almacenamiento C&I, primero es necesario conocer cómo se compone la factura eléctrica.
A diferencia de las tarifas residenciales, la facturación C&I —especialmente para grandes usuarios industriales— es más compleja y suele dividirse en dos partes principales.
Cargos por Energía (o volumétricos)
Este coste se calcula multiplicando la electricidad consumida (kWh) por la tarifa correspondiente.
La clave está en la diferencia entre precios pico y valle.
Durante las horas punta, el precio por kWh es muy alto.
En cambio, en horas valle —como de madrugada— el precio es mucho más bajo.
Cuanto mayor sea esta diferencia, mayor será el potencial de ahorro mediante una gestión energética inteligente.
Cargos por Demanda (o de capacidad)
Se trata de una “renta mensual fija” por el derecho a consumir una cierta potencia desde el transformador de la red.
Las empresas pagan en función de la capacidad contratada o de su demanda pico mensual, medida como el consumo medio más alto en un intervalo de 15 minutos.
Este cargo es relativamente fijo y puede representar una parte sustancial de la factura, independientemente del consumo total.
Si una empresa supera el límite contratado, se enfrenta a sanciones significativas.
Oportunidad para el almacenamiento C&I
Esta estructura de facturación crea un valor claro y cuantificable para la aplicación de sistemas de almacenamiento de energía comercial e industrial.